Espérame por siempre.

No puedes  mirarme, no cariño, quédate donde estas, es mejor que no te arriesgues  a algo de lo que puedes arrepentirte por quitarle a este ensueño su magia su encano y ansiedad.
Se que te mueves por impulsos, tu corazón y tus pensamientos te mueven, eres arrollador, despierto y carismático. Para que lo sepas querré siempre todo tan literal como lo eres tú.

Pero escucha los sonidos melódicos y ve solo lo que puedes ver.

Después de largas temporadas, como eras sin fin con inacabables siglos encaramados, al terminar los dobleces de los pañuelos empapados en llantos, por dolor y risas: logro vernos.

Contemplamos ya como efímero pasado la vida y la muerte de los capullos y pimpollos que dispensamos por doquier.
Hemos llegado. Has llegado conmigo.

Resiste, amor mió, para encontrarnos mirando en la misma dirección eternamente.
Pero no mires todavía, te lo suplico. Espera que el majestuoso órgano inunde el lugar con sus portentosos acordes sórdidos y profundos. Deja que cree el ambiente perfecto, el entorno ideal de anhelo fantástico.
Escucha, siente mi ruego para que me esperes al final del túnel, cuando ya me estoy acercando a ti, mientras todos nos observan.

Ahora si, adelante, te permito que me veas para que me pienses con dulzura y me recorras con tu mirada, discurriendo cada puntilla inmaculada con tu mirada, y si mi corazón deslúmbrate para que pueda ver esa expresión en tu adorado semblante que tanto soñé ver reflejado en tus ojos mi dulce sonrisa.

Ya sin más, termina con mí nerviosismo quítame el velo que separa nuestras miradas con mi corazón en tus manos y mi interior en tus labios....



noemi, lulita.