martes, 27 de enero de 2015

Sobrecogedor.

Se dan miedo a si mismos. A su propia piel espantan por el sobrecogimiento que les provoca saberse fuera de si. Como esos instantes en que uno se observa desde afuera tomando sorbos de café, y  los enclaves espaciosos entre ellos, esas comas de los momentos de la vida, que dejan un sabor en la boca que remite a haber masticado algunas palabras en francés o en italiano.
Nos vamos dejándonos andar por la vida ablandados tu yo en la destemplanza del abrazo que nunca cierra su amarre, en deriva placentera de no saber si estoy parada en la coma del momento que me atraviesa, si es el punto y aparte o si tu eres sólo el acento, un aquí y un ahora, mi sazón y fragancia oscura. Luego pasar a otra palabra, por poner los labios de otra forma yo volveré a dejar mi boca apartada de ti; solo tendrá el sabor empalagoso de aquel otro idioma turbado tan tuyo que me enseñaste en medio de galerías sobrepujadas y una aguerrida actitud desvergonzada, junto las libretas que permiten ser empujadas por mi pluma. Que tiene tanto miedo de si misma por el sobrecogedor sentimiento de lo que escribe.-

Lucia..-
Resplandece en esa buena noche.-
luego de la lectura " el otro cielo" de Julio Cortázar.-