jueves, 12 de noviembre de 2015

Anhelos.-

Aquella canción tan agradable que se percibe como un suave balanceo sobre las olas del mar. entonces el fichero de oficina se convierte en la jaula de hierro de poesía, que ya  no es una sola , sino porque es una, encierra tantas mas en ella, claro, así como tantas olas golpearan hoy...
el teclado tiene una envoltura de polvo mientras que la muñeca de la mano duerme con la forma que dejo en ella la lapicera que sostiene.
me pregunto porque ella elije puño y letra en un papel pequeño en lugar de la inmediata edición virtual que tiene justo enfrene de ella? tal vez porque ella tiene anhelos y resabios de otra cosa. tal vez añore las cartas, añore esa tensión sutil pero a la vez enardecida del amor cotidiano. obviamente tan poco cotidiano como escribir poesia con un pluma roja- elegida deliberadamente para tal uso- no claro que no pero que digo! si es la trabazón perfecta.
aquel nudo en la garganta que me deja el saber que vas a decir las palabras en un orden incorrecto" es lo que dice la canción que escucho en este instante, - llueve con truenos del otro lado de la ventana- se que en medio de la pausa que produce tanto encierro - pendiente del reloj- ella elije en se papel dobladito por la mitad ,(puesto un poco de lado para escribir en cursiva) entre medio de mañana, dejar entrever el halo de la voz interna que gano la batalla que la lleva a escribir sobre las olas y los anhelos íntimos.

ahora, en cuanto termina, sabe que es tiempo de tipearlo en el teclado. hacerlo virtual, es que , como no podía ser de otra manera, ella deja colgando allí, en la incoherencia de sus actos, la tensión que comienza de nuevo que la esperara para la próxima vez.
para la próxima...


Lucia..
Resplancede. en esa buena noche.

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