miércoles, 12 de octubre de 2011

Volamos.

No importan más las fronteras de eventos, ni los saltos al vacío, en un día que se aproxima volveremos a existir dentro de la misma burbuja de jabón, en el espacio reducido de una cajita musical de ensueño, no importara el camino de polvo de ladrillo que hayamos tenido que recorrer, ni la polvareda rojiza de la niebla de la distancia que se haya levantado con anterioridad, no, no habrá más que instantes, suspiros perfumados, un registrar de nuestros cuerpos volátiles.




Nos encontraremos en la fiesta del cuento de hadas, veras que hasta ellas mismas en luces y colores revolotearan por allí, mirando, sintiendo, en un pedacito de cielo escapado de la tierra, y así …en un momento una inflexión, un bache fugaz en el tiempo y en el girar del mundo, mi esencia llegara  a ti, te reclamara propio, entonces me miraras y quedaremos encadenados el uno al otro, prendidos, atrapados en nuestras pupilas, mientras estas arman una nube celestial para nosotros dos, estamos condenados sin tener posibilidad de escape las miradas nos atraen, tiran de nuestros cuerpos en pasos temblorosos.
Sin habla, porque toda palabra quedaría perdida extraviada y sin sentido, me invitaras a bailar, contemplándome, pondrás tu segura mano sobre mi cintura, me guiaras, mientras volamos de esquina en esquina por toda la habitación, el piano musical toca una melodía susurrante, marcando el compas, mi vestido amplio me acompaña luego del esfumarse de mis piernas, parecerá como si nunca hubiese dejado de verte, me convocas al mundo y a la vida con tu aura , no hay mañana, me concediste el placer del instante…

 De manera que colocaras  una hebra de mi cabello detrás de mi oreja, yo sentiré tu rose en mi nuca que llenara de escalofríos, mi corazón latirá y repiqueteara como si nuca lo hubiese hecho en la vida,  y sabrás que no necesito nada más que digas mi nombre…

noemi, lulita...

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