lunes, 17 de marzo de 2014

YO, conmigo.

Te envidio, si... por todas las veces en las que puedes dejarme, apartarte e irte. Te envidio porque yo no me puedo dejar a mí misma, siempre estoy aquí habitándome; aunque a veces no quiera, siempre quedo mi yo conmigo misma. Aquella que me integra, y que me llena, nunca se aparta de mí, cuan pesada es a veces.  En ocasiones no, y somos una liquida fusión infinita y ella flota, camina conmigo y somos, y luego zaz! Es la sombra que no quiere ser cosida a mis pies y tengo miedo de lo que sea que su corazón quiera. Y entonces me aparto de ella y estoy tan presente en el mundo, tan llena de existir y sin embargo la extraño y cuando la abrazo, soy tan profunda, tan interminable, que estoy feliz mientras me habito.  
yo conmigo misma.


Lucy, resplandece.  

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