jueves, 21 de octubre de 2010

en el salon dorado OSCAR WILDE

Sus manos de marfil en el teclado
extraviadas en pasmo de fantasia;
asi los alamos agitansus plateadas hojas
langidas y palidas.
Como la espuma de la deriva en el mar inquieto
cuando muestran las olas los dientes a la brisa.

Cayó un muro de oro : su pelo dorado.
Delicado tul cuya maraña se hila
en el disco bruñido de las maravillas.
Girasol que se vuelve para encontrar el sol
cuando pasaron las sombras de la noche negra
y la lanza del lirio esta aureolada.

Ysus dulces labios rojos sobre los labios mios
ardieron como fuego de rubies engarzados
en el movilcandil de la capilla grana
o en sangrantes heridas de granadas,
o en el corazon del loto anegado
O EN LA SANGRE VERTIDA DEL VINO ROJO.

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